🗡ESPADA ESPIRITUAL
Sábado 29 de septiembre de 2018
Encontrar hombres como San Bartolomé, uno de los doce Apóstoles de Jesús, es una gracia de Dios, hombres sin doblez, hombres transparentes, sinceros, puros de corazón, todo lo contrario a un hombre falso, mentiroso que vive juzgando a las personas, a su familia o su comunidad, no cumpliendo con el mandamiento de la caridad.
Es difícil convivir con esas personas con tanta soberbia guardada o escondida en su corazón.
Hoy vemos en el evangelio de San Juan (1, 47-51) a Jesús cómo alaba a Natanael diciéndole: "Este es un verdadero isrselista, un hombre sin doblez". Así nos quiere Dios a nosotros, con esa pureza de corazón.
Él mismo decía en las bienaventuranzas: "Felices los puros de corazón porque verán a Dios".
Dichosos los que aman y practican la virtud de la pureza, ya que es uno de los elementos de la madurez humana.