🗡ESPADA ESPIRITUAL
Jueves 23 de agosto de 2018
Dios, a pesar de nuestras miserias, de nuestros pecados y debilidades, es tan misericordioso que nos busca como la oveja perdida, hasta el último día de nuestra vida.
En el evangelio de hoy (Mateo 22, 1-14) vemos cómo nos llama a participar de su banquete celestial, al cual es imposible entrar sin el traje de la gracia, en la vida de Jesús vemos a muchos que son llamados.
Él siempre nos habla y aconseja con su Palabra.
Si estamos con mucho dolor o deseperados nos dice: "Venid a mí los que estáis afligidos y agobiados.
Si estamos vacíos espiritualmente, nos dice: "Venid, comed, esto es mi cuerpo y mi sangre".
Si estamos tentados por el maligno: "Orad para no caer en tentación".
Si nos estamos volviendo soberbios: "Sed humildes de corazón."
Si tenemos un corazón muy duro, lleno de odio o rencor nos dice: "Felices los misericordiosos".
Escuchemos la voz del Señor, no endurezcamos nuestro corazón y que...
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