🗡ESPADA ESPIRITUAL
Sábado 6 de octubre de 2018
Qué bien nos viene la enseñanza que nos da Jesús, que no nos alegremos tanto por las obras que hacemos, que hay algo más importante todavía.
Con las palabras del evangelio de hoy (San Lucas 10, 17-24) Jesús aclaró a sus Apóstoles: "No se alegren sin embargo de que los espíritus se les sometan; alégrense más bien de que sus nombres estén escritos en el cielo."
Nos hacen también recordar a otra frase donde le dicen: "Señor, hemos comido contigo" y Él "No os conozco".
Qué importante es hacer una obra según la Voluntad de Dios, una obra hecha con una gran humildad, sin vanagloriarse en lo más mínimo, una obra hecha con amor para la gloria de Dios.
Cuánto mas santos seguro que seremos inscriptos en el cielo, que seremos aceptados, pero de lo contrario, si actuamos con soberbia será imposible entrar al reino de los cielos.
Por eso Jesús alaba al Padre que da su gracia a los pequeños, a los humildes y el hecho de haber ocultado estas cosas a los sabios y prudentes.
Cuánta humildad en el Santo de hoy, San Bruno, la orden que fundó fue totalmente contemplativa, la más austera del mundo y de una vida totalmente solitaria y de silencio perpetuo. En sus reglas pedía que nadie de esta orden debía ser canonizado.
Tanta humildad, tanta pequeñez sólo para agradar a Dios. Así tiene que ser nuestra vida: preocuparnos más para agradar a Dios que quedar bien con los hombres. A.M.D.G.