RECEMOS POR EL PADRE RENE EN SU 21° ANIVERSARIO. UNA NOVENA CON LAS SIGUIENTES ORACIONES Y SI SE PUEDE AGREGAR EL SANTO ROSARIO. Comenzaría el martes 24 para finalizar el 3 de diciembre.


ANIVERSARIO
SACERDOTAL
3 de
diciembre 1994 - 3 de diciembre 2015
CARTA A MIS HIJOS ESPIRITUALES, FELIGRESES, A
QUIENES HAN PARTICIPADO Y SIGUEN LA MISIÓN DE LOS ENFERMOS

Al cumplir 21 años de mi sacerdocio y en el umbral del
Año de la Misericordia
En mi vida sacerdotal puedo
decir que este año he experimentado una paz interior como nunca antes lo había
sentido. En la medida que crece esta misión por los enfermos y afligidos
también me convierto en testigo de una gran intervención divina, inimaginable
en otras épocas. Me quedo admirado o extasiado frente al amor de Dios para con
los hombres. Él busca a las almas, las trae sobre sus hombros. Vivo
continuamente la parábola del Buen Samaritano y la del Buen Pastor. Es el mismo
Dios que las cura o las alivia delante de mí. He visto enemigos de Dios o de la
Iglesia acercarse a mi parroquia. Entonces me pregunto: ¿Siempre ha estado tan
cerca Dios? Que por mi falta de fe, de amor, de oración, de humildad, digo como
San Agustín: te busqué por tantas partes… y estabas tan cerca de mí. O como los
discípulos de Emaús: que no te reconocían…
Después de vivir esta experiencia en el trato personalizado con más de
5000 personas no hago más que inculcar el amor a Dios y el aumento de la fe,
tanto en el confesionario como en mis homilías. Porque “Él hace maravillas”
entre nosotros. Está en el prójimo, está en el sagrario, está en la Misa, pero
también está en la soledad y en el silencio, que en este último tiempo ha sido
para mí un lugar privilegiado para hablar y descansar en Dios. “Lo llevaré al
desierto y le hablaré al corazón”. (Oseas 2,14)
Nuestro Dios también es un gran artífice de nuestra madurez espiritual y
de nuestra santificación. Porque no todo tiene que ser éxito y consolación, ya
que somos seguidores de Cristo. “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese
a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame” (Lucas 9, 23)
Siempre las adversidades, el dolor, las incomprensiones, las pruebas y
desolaciones han fogueado o pulido nuestra alma. Dios nos prueba como el oro en
el crisol, hay que fundirse para brillar. “Pero él mis pasos todos sabe: ¡probado
en el crisol, saldré oro puro!” (Job 23, 10)
Qué bien viene para expulsar y destruir nuestro orgullo y amor propio y decir:
sólo Dios es mi fortaleza. En él me refugio.
En cuanto a mi vida sacerdotal ésta ha cambiado el cien por ciento en
este último año. Es poco el tiempo para mis asuntos particulares porque es
grande la desesperación de los hombres a quienes dedico muchas horas. Pero soy
consciente de que si me apasiono y no pongo límite, atento contra mi salud,
somos seres frágiles. Por eso pido perdón por aquellos que me buscan en otros
horarios, los cuales utilizo para mi descanso, mi oración, mi recreación y
tareas particulares.
Me considero un hijo de la Misericordia y fiel testigo del amor infinito de
Dios para con los hombres. He recibido a luteranos, judíos y a siete hermanos
sacerdotes que vinieron a pedir ayuda
Espero que a través de esta carta me puedan conocer un poco más y rezar
muchísimo por esta misión. Al cumplir 21 años de sacerdote no puedo dejar de
agradecer a Dios este hermoso regalo y esta hermosa tarea que me encomendó, de Amor de Predilección por los que sufren.
Padre René Cari, Sacerdote de Cristo y Esclavo de María
Empalme
Lobos, 21 de Noviembre de 2015,
Fiesta de la Presentación de la Virgen