🗡ESPADA ESPIRITUAL
Miércoles 12 de septiembre 2018🌹
Comienza el evangelio de hoy (San Lucas 6, 20-26) diciendo: ¡Felices ustedes los pobres, porque el Reino de Dios les pertenece!". Podríamos también entender: dichosos los desapegados.
La pobreza de espíritu implica libertad ante los bienes terrenos, da lo mismo tener o no tener, es decir, lo que San Ignacio llama la "santa indiferencia". Los santos la practicaban.
Vivir esta bienaventuranza requiere la actitud espiritual del verdadero pobre: la humildad. El pobre bíblico es el que se reconoce necesitado y dependiente de Dios y entiende que todo lo recibe de Él.
Mucho bien hace poder vivir esta bienaventuranza,o sea, vivir el desapego: la serenidad ante las dificultades materiales, la paz del alma en las situaciones de estrechez, la confianza puesta exclusivamente en Dios.
En cambio, lo contrario de vivir esta actitud nos lleva a la codicia, a la tacañería. Engendra en nosotros intranquilidad, angustia, desconfianza y preocupación, y en el orden espiritual nos encontramos con el egoísmo y el vivir volcado sobre uno mismo.
Pidamos a María en este día de su Santísimo Nombre, vivir desapegado de todo lo terrenal, amar a Dios por sobre todas las cosas, que no esté apegado a mi gusto, al dinero, etc., sólo me apegue a la Voluntad de Dios. A.M.D.G.