TESTIMONIO DE PATRICIA DI
PALMA
Mi
nombre es Patricia Di Palma, tengo 41 años, soy médica especialista en clínica
médica, soy de Cañuelas.
En
el 2012 me diagnostiqué cáncer de mama, precoz, por su tamaño y no había
metástasis. Realicé tratamiento quirúrgico y quimioterapia preventiva por siete
meses por radioterapia. Comencé a trabajar y me enfermé de neumonía. Me realicé
rayos x de tórax y tomografía de torax evidenciándose “metástasis pulmonar”.
En
ese momento llamé a mi oncóloga y ya sabía que era mi fin, ya firmaba mi
certificado de defunción, si bien hoy los tratamientos están muy avanzados…en
ese momento pensé sólo que en Dios podría salvarme con un gran milagro…
Fui
a la Virgen de Salta, “Virgen del Cerro”, rezamos mucho con mi familia, mi
marido y mi hijo de 3 años. María Livia me hizo imposición de manos, fue
hermoso, nos vinimos con mucha fe y con paz interior, rezamos el rosario y pedimos
por mi sanación.
Conocí
al Padre René a través de una amiga que me dio su celular. Inmediatamente me
recibió en su Parroquia, le conté lo que me pasaba y empezó a rezar, me invitó
a la misa de liberación y desde ese día jamás pude dejar de ir por el bien que
me hacen. Esto fue en octubre, antes del tratamiento que me volverían a someter
a quimioterapia. Yo estaba muy asustada y con mucho miedo a no poder soportar
otra vez un tratamiento de quimioterapia pero Dios y el Padre René con sus
rezos me ayudaban mucho a estar tranquila, a no pensar mucho, y aumentaba mi fe
cada día más y “mantenía la paz interior”, como siempre me dice el Padre René.
Y rezamos mucho, yo aprendí a rezar el Rosario, que me da mucha paz y fuerza
para continuar con mi tratamiento y mi vida…
Así fue que realicé 8 sesiones más de
quimioterapia y cuando fue el momento de hacer la tomografía me llamó el médico
radiólogo para mirar juntos. Habían desaparecido todas las lesiones de ambos
pulmones. Él se rio y me dijo “gracias a Dios”, lloramos juntos de alegría.
“Dios
me concedió el milagro de mi sanación”. Si bien realicé tratamiento de
quimioterapia, sólo Dios podía sanarme.
Nosotros
los médicos siempre pensamos que lo sabemos todo y que todo lo podemos. Una
enfermedad como es el cáncer que está controlado y que sin entender cómo y por
qué siguió su curso natural a pesar del tratamiento tan agresivo a que fui
sometida… Entonces es ahí cuando pensás
en algo más allá de lo humano, en “el poder de Dios”.
Rezamos
mucho en familia, con el Padre René y todos los servidores que me saludan y
siempre están para escuchar y darte una mano, me siento en familia cuando vengo
a la iglesia.
Cuando
vino la Virgen del Rosario de San Nicolás a la Parroquia (en noviembre) le pedí
a ella también como madre…yo sólo pensaba en mi pequeño hijo de 3 años que
tenía que vivir para cuidarlo, protegerlo y eso me angustiaba, me
desesperaba…le pedí a la Virgen que intercediera y le llevé mi pedido a su Hijo
Jesús y así lo hizo.
Hoy
le digo a toda la gente que está enferma psíquica y físicamente que se acerque
al Padre René, a su Parroquia, a sus servidores, que él te da las herramientas
para llegar a Dios, para aumentar la fe y mantener la paz interior…
Sin
estas herramientas yo no podría haber soportado mi tratamiento y me hubiese
llenado de miedo, desesperanza, desasociego, depresión, etc.