🗡ESPADA ESPIRITUAL
Jueves 27 de septiembre de 2018
Qué triste sería asombrarse de la vida y de la obra de Cristo y no convertirse.
En el evangelio de hoy (San Lucas 9, 7-9) vemos al tetrarca Herodes muy asombrado por las obras que hacía Jesús, pero esto no lo llevó a querer seguirlo, a convertirse, había en él sólo curiosidad.
Cuántos se deleitan sólo un momento o se deslumbran con la Palabra de Dios y no se convierten.
Si no aumentamos la fe con tantas gracias que recibimos o vivimos y nos quedamos en lo bajo, en los errores o defectos ajenos, con semejantes gracias estamos perdidos como Herodes, hasta podemos ir en contra de la obra de Dios.
Hoy celebramos la fiesta de San Vicente de Paul, él era de familia muy pobre, pero alguien vio hermosas cualidades en él y lo envió a estudiar a Zaragoza y Tolouse. Tal fue el aprovechamiento que a los 19 años lo ordenaron sacerdote, una edad temprana para el ministerio. Él también miro en Santa María Luisa de Marillac una mujer llena de cualidades y de grandes virtudes y fundó con ella la Sociedad de las hijas de la caridad.
Pidamos la gracia de mirar siempre con los ojos de Jesús y María para no equivocarnos. No saber aprovechar las gracias que Dios nos concede sería un error muy grande. A.M.D.G.