Semillitas para el alma🌾
Que nuestro amor no se limite a nada, ni a nadie; el amor es es la capacidad de una entrega sin medida. Y Dios quiere incendiar de amor nuestra vida.
Si somos auténticos seguidores de Jesús, el fruto sincero, voluntario, concreto, y espontáneo de nuestra oración y del ayuno, será practicar las obras de misericordia, espirituales y corporales. El examen final de mi vida versará sobre cuáles han sido mis logros y méritos en: Enseñar al que no sabe, dar buen consejo al que lo necesita, corregir al que se equivoca, perdonar al que me ofende, consolar al triste, sufrir con paciencia los defectos del prójimo, rezar a Dios por los vivos y por los difuntos. Visitar a los enfermos, dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, dar posada al peregrino, vestir al desnudo, visitar a los presos, enterrar a los difuntos.
Como el envío de los 12 el Maestro
convoca: así es, Jesús convoca, llama y reúne. Por eso no podemos dejar de encontrarnos con Jesús. El nos da poder y El nos provee para llevar a cabo su Obra. Quiere que incendiemos el mundo con su Amor.
-compilación de Catalina-