Semillitas para el alma🌾
De una carta de San Esteban de Hungría a su hijo:
“Hijo mío amantísimo (...),te ruego, te mando que siempre y en toda ocasión, apoyado en tus buenos sentimientos, seas benigno no sólo con los hombres de alcurnia o con los jefes, los ricos y los del país, sino también con los extranjeros y con todos los que recurran a ti. Porque el fruto de esta benignidad será la máxima felicidad para ti. Sé compasivo con todos los que sufren injustamente, recordando siempre en lo íntimo del corazón aquella máxima del Señor: “Misericordia quiero y no sacrificios”. Sé paciente con todos, con los poderosos y con los que no lo son. Sé, finalmente, fuerte; que no te ensoberbezca la prosperidad ni te desanime la adversidad. Sé también humilde, para que Dios te ensalce, ahora y en el futuro. Sé moderado, y no te excedas en el castigo o la condena. Sé manso, sin oponerte nunca a la justicia. Sé honesto de manera que nunca seas para nadie, voluntariamente motivo de vergüenza. Sé púdico, evitando la pestilencia de la liviandad como un aguijón de muerte. Todas estas cosas que te he indicado someramente son las que componen la corona real; sin ellas nadie es capaz de reinar en este mundo ni de llegar al reino eterno”.
Hermosas enseñanzas para nosotros y para nuestros hijos y nietos, verdad? Que legado más hermoso que estos consejos se pueden dar a quienes amas?
La síntesis: el buen trato", es algo tan común y tan difícil al mismo tiempo. Qué importante es tratar bien a las personas, mirar a los ojos cuando se habla (y no la pantalla del celular), ser respetuoso con todos, y si alguien no piensa igual que tú en ciertos temas, no es necesario atacar su vida privada o ridiculizar. Jesús nos propone no excluir y tratar bien a todos.
Qué lindo es conquistar y buscar almas para Jesús. Cuántos hermanos tienen un corazón lleno de Dios, que buscan que Dios toque corazones. Hoy a través de San Esteban y sus consejos, todos estamos invitados a pastorear y llegar a ese hermano que no conoce o se distanció de Jesús, para Dios nada ni nadie está perdido, Él busca constantemente.
-compilación de Catalina-