🗡ESPADA ESPIRITUAL
Domingo 5 de agosto 2018
"El que viene a mí jamás tendrá hambre y jamás tendrá sed". Así nos dice el evangelio de hoy (San Juan 6, 24-35) que cuando uno verdaderamente encuentra a Jesus encuentra verdaderamente la paz, la fortaleza, la felicidad.
Santo Tomás de Aquino nos enseña que la verdadera felicidad no está en la riqueza, cuántos la tienen y no son felices. Tampoco está en el poder, cuántos lo tienen y no son felices, ni en la fama, cuántos la tienen y no son felices, ni en la salud, cuántos la tienen y no son felices, etc.
Cuando ponemos a Dios en primer lugar y lo amamos con todo el corazón somos realmente felices. Los santos eran las personas más alegres y más felices, inclusive cuando iban al martirio por Jesús, se dirigían alegres y felices a dar la vida por Él.
También nosotros si encontramos el verdadero tesoro jamás tendremos hambre ni sed, en mi interior no habrá nada de vacío, nada de tristeza porque Él habitará en mi alma.
"Sólo Dios basta", como decía Santa Teresa de Ávila.
"Mi alma canta la grandeza del señor, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador" (Lc. 1, 46-55) nos decía Nuestra Madre Santísima.
Ama a Dios por sobre todas las cosas, así tu alma jamás tendrá hambre y jamás tendrá sed. AMDG