🗡ESPADA ESPIRITUAL
Martes 14 de agosto de 2018
Si estas pasando muchas pruebas, muchas desolaciones, viene muy bien el Evangelio de hoy (Mateo 18, 1-5 y 10, 12 -14) donde Jesús nos pide que seamos como niños, así no nos manejamos solos y nos agarramos, como niños pequeños, de la mano del Padre Celestial y de Nuestra Madre Santísima.
"El Señor es mi Pastor, nada me puede faltar, aunque cruce por oscuras quebradas, ningún mal temeré por que Tú estás conmigo Señor."(Salmo 23).
Para pasar las épocas difíciles necesitamos aferrarnos mucho de María, como lo hizo este gran santo de hoy San Maximiliano Kolbe. Tanta era su entrega a la Madre de Dios que ofreció su vida a cambio de un papá de familia que iba a ser condenado a muerte, Él lo reemplazó, y con la fortaleza de la Virgen Inmaculada, murió martir en un campo de concentración en Polonia.
Necesitamos hacernos como niños para atravesar los desiertos, los valles de lágrimas, las tempestades de la vida. Solos no podemos, necesitamos de nuestra madre.
Jesús también nos dice hoy: "Les aseguro que si ustedes no cambian o no se hacen como niños no entrarán en el reino de los cielos."
Pidamos la gracia de confiar en Dios más que en los hombres, la gracia de la humildad para decir como San Pablo: "Todo lo puedo en Dios que me conforta." La gracia de la pureza del corazón, para ver más la presencia de Dios en nuestra vida, la gracia de de la perseverancia final hasta llegar a la Patria Celestial. AMDG.🗡ESPADA ESPIRITUAL
Miércoles 15 de agosto de 2018👑
Hoy celebramos una gran fiesta Mariana: la Virgen de la Asunción, María que sube a los cielos en cuerpo y alma. Dios miró desde el Génesis hasta el Apocalipsis, la mujer más humilde y María fue elegida. Lo dice también en el evangelio de hoy (San Lucas 1, 39-56)"...porque Él miró con bondad la pequeñez de su servidora". También nos enseña en este mismo evangelio que el Señor derriba a los poderosos de su trono y eleva a los humildes, condicion indispensable para recibir muchas gracias de Dios, que es tener un gran humildad.
María, por ser la persona más humilde del mundo, recibió tantas gracias: primero ser la madre de Dios, ser la Inmaculada Concepción.
Hoy tenemos presente este dogma, la gracia de subir a los cielos en cuerpo y alma, le debemos pedir siempre a María esta hermosa virtud de la humildad, mi ego, mi orgullo, es lo que más daño hacen en mi interior, y hace daño también a mi prójimo.
Me vuelvo una persona difícil, siempre defiendo mi verdad sin tener razón y me duele que me digan la verdad, hasta desobezco a Dios como nuestros primeros padres, así violento mi alma porque habita en mí tanta soberbia. La humildad en cambio, es todo lo contrario, atrae mucha paz a mi alma y un gran amor a Dios y al prójimo, hasta me hace cantar como María: "Mi alma canta la grandeza del Señor", y siendo ella nuestro modelo pidámosle esta hermosa virtud, seguro que Dios derramará muchísimas gracias.
Nosotros somos testigos de tantos santos, todos tienen en común esta hermosa virtud: su gran humildad. AMDG.