🗡ESPADA ESPIRITUAL
Jueves 6 de septiembre de 2018
Si Dios no está presente en todas nuestras obras, todo será en vano. "Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles, si el Señor no protege la ciudad, en vano vigila el centinela" (Salmo 126)
Siempre en todo nuestro obrar tiene que estar Dios. Un trabajo realizado sólo con nuestras propias fuerzas, no es saludable, todo se tiene que hacer para el agrado de Dios.
En el evangelio de hoy (San lucas 5, 1-11) vemos cómo los Apóstoles estuvieron pescando toda la noche mientras Jesús no estaba y no sacaron nada. Cuando finalmente Jesús se acercó a ellos les pidió que tiraran las redes nuevamente y fue tanta la cantidad de peces que sacaron, que la redes se rompieron.
Hermosa enseñanza para darnos cuenta que tenemos que dejar actuar a Jesús en todo nuestro obrar. Si estamos vacios violentamos mucho el alma. Sin Dios, hasta nos podemos enfermar. Pero si estamos unidos a Él podremos decir como San Pablo: "Todo lo puedo en aquel que me conforta".
La fortaleza, la paciencia, la esperanza, van a estar en nuestro interior si confiamos en Él.
"Aunque cruce por oscuras quebradas ningún mal temeré porque tú estás conmigo Señor." A.M.D.G.