🗡ESPADA ESPIRITUAL
Sábado 15 de septiembre de 2018
Jamás dudemos del amor que Dios nos tiene. En el Evangelio de hoy (San Juan 19, 25-27) Jesús nos deja una hermosísima enseñanza: estando en agonía, después de sufrir tantos dolores físicos como interiores, Él estaba pensando en nosotros y no en sí mismo. Nos va a regalar a su madre y le pide a Ella que nos reciba como hijos suyos.
Ante esta evidencia, ¿te parece hermano mío que salgan de tu boca las palabras: "Dios no me quiere"....? Jamás debemos pensar así, ya desde el comienzo de la vida del hombre en la tierra Dios nos ha regalado una hermosa creación sin mérito alguno.
Hoy contemplamos que va a dar la vida por nosotros, suficiente para liberar nuestra tristeza interior, que está llena de amor propio, para convertirlo en agradecimiento y gozo continuo porque nos demuestra tanto amor.
Es verdad que puedo sentir dolor porque lo sigo ofendiendo, pero es tanto su amor por nosotros, que no podemos dejar de agradecer, gozar y pedir la gracia de no ofenderlo más, especialmente
si lo tenemos presente con su misericordia, derramando tanto amor.
Hoy es el día de la Fiesta del Señor y de la Virgen del Milagro en Salta, Argentina, pueblo que sufrió gravísimos terremotos, pero cuando sacaron en procesión a Jesús y a María y empezaron a vivir de la fe, no volvieron a tener más este fenómeno aterrador en sus tierras.
Soy testigo, en mi viaje de misión a Pasto, Colombia, que después de que empezaron a adorar perpetuamente a Jesús Sacramentado, jamás volvieron a ser castigados por los volcanes tan agresivos.
¡Cómo puedo dudar del amor de Dios y de la Virgen! Es el mismo Jesús que nos enseña que el Buen Pastor da la vida por sus ovejas.
¡Cómo podemos dudar del amor de María, con tantas apariciones, e intercediendo en esos lugares con tantos milagros! A.M.D.G.